Al probar nuestros mezcales, podrás experimentar la vitalidad, espiritualidad y libertad de nuestros ancestros. La magia milenaria de su sabor.
EVITA EL EXCESO
El conocimiento de las antiguas culturas es un tesoro que hoy nos enriquece como sociedad: al igual que los egipcios o los chinos, nuestros antepasados tenían también sus costumbres en fiestas, medicina, o “bebidas espirituosas”. En todas las civilizaciones con origen autónomo siempre existieron bebidas “iniciáticas” que alteraban la conciencia: desde la cerveza egipcia hasta el pulque anahuaca. Estas bebidas en un inicio fueron usadas en procesos de conocimiento de las escuelas herméticas.
En México, los pueblos indígenas tenían “el mezcal”, derivado de la lengua náhuatl “mexcalli”: fue una bebida sagrada que sólo podían ingerir los sacerdotes en ocasiones muy especiales y los ancianos en las fiestas. El mezcal se hace del fermento del maguey a partir del cocinado de los corazones o piñas de las plantas, luego se les aplasta para así extraer su jugo y luego ponerse a fermentar.
Con la llegada de los españoles, que habían aprendido el proceso de la destilación gracias a los árabes que dominaron España por ocho siglos, se estandarizó y mejoró la producción de este producto.
Así pues, con la materia prima de los antiguos mexicanos y la técnica aportada por los árabes, traída por los españoles: el choque de culturas originó lo que hoy en día es el auténtico ORO DE MÉXICO.
El sabor y aroma de cada mezcal serán distintos por numerosas razones: el ecosistema donde creció el maguey, su tipo, y las prácticas culturales para elaborar el mezcal. También tiene que ver si el maguey es silvestre o cultivado, si es tierno o capón, y el tiempo de horneado. Lo que garantizamos es que cada uno de nuestros mezcales tendrá la mejor calidad, pues su proceso de elaboración es sumamente cuidado.; con atención especial a un desarrollo sustentable en la región o comunidad donde se elaboran, por ello la base fundamental de Amor a Oaxaca radica en tres principios basados en el respeto:
1. Respeto a la Tradición Mezcalera de la Comunidad de Origen de nuestros mezcales, San Baltazar Guelavila.
2. Respeto a los maestros mezcaleros y sus familias, ya que son quienes poseen el saber profundo para elaborar el mezcal.
3. El respeto a quienes en cualquier parte del mundo consumen nuestros mezcales.
Estos tres principios son parte esencial de nuestros mezcales por ello ¡huelen y saben a maguey: a maguey cocido!
Nuestros mezcales tienen su origen en la tradición Zapoteca del Valle de Tlacolula, Oaxaca y son elaborados mediante un proceso totalmente artesanal, donde las manos del Maestro: Aureliano Hernández, son fundamentales, ya que es Indígena Zapoteca , heredero de la cultura mezcal , ha resguardado el proceso artesanal y milenario para la destilación de mezcales orgánicos.
Junto a su familia, aspira a consolidar mezcales de excelente calidad bajo procesos sustentables responsables y amigables con el medio ambiente.